Inyección de juventud en una Semana Santa de Pozo Estrecho que mantiene su brillo

Escrito por Carlos Illán. Fotos: Marian.G - 8 de abril de 2023-SÁBADO.

La 'Procesión del silencio' se ha visto revitalizada por la incorporación de jóvenes en todas sus secciones, zanjado problemas como la falta de portapasos, quienes volvieron a lucir el Jueves Santo llevando cuatro tronos, en los que iba la Virgen Dolorosa con manto restaurado. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)

Unas ciento veinte plazas hay de portapasos en la Semana Santa galilea y este año había unas ciento cincuenta personas dispuestas a meter el hombro, con lo que se ha zanjado totalmente el problema que había en la edición anterior de falta de costaleros. La clave ha estado en la implicación de jóvenes del pueblo, ya no sólo bajo el trono, sino también en los tercios.

Otras novedades estuvieron en las nuevas gala y estructura metálica del torno del Cristo del Prendimiento, titular del cortejo, además del acolchamiento de las varas. Por su parte, la Dolorosa lleva un nuevo vestido donada por la madrina del pasado año (Trini) y su precioso manto restaurado gracias al trabajo de mujeres galileas.

La procesión está organizada por la Hermandad de San Fulgencio, cuyo hermano mayor, José Martínez Vidal, fue acompañado por el concejal de Cultura y galileo David Martínez. También reseñar el acompañamiento musical de la SAM galilea 'Santa Cecilia' y la presencia de un penitente de la agrupación de San Juan de la Cofradía del Resucitado de Cartagena, que está hermanada con los cofrades de Pozo Estrecho.  

Las imágenes 'caminaron' gracias a los grupos de portapasos, siendo masculinos los que llevaban al crucificado y femeninos, con Jose Sánchez como regente (supliendo la baja de Ángeles Martínez), los que portaban a la Virgen. Por su parte, eran grupos mixtos los que iban en las varas de San Juan y del Cristo de la Misericordia.

La salida y recogida tuvo lugar en la iglesia, con emotivo encuentro, aderezado por dos saetas, en la plaza Mayor durante el recorrido, en el que los penitentes (sin capirote), a golpe de tambor, lucieron el buen orden al caminar.

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