Dos veces en cincuenta años había afectado la lluvia al Domingo de Ramos
La procesión de la cantera california es, posiblemente, la más respetada por el agua del cielo en las últimas décadas, siendo la de hoy la primera vez que no puede terminarse. Los antecedentes se remontan a hace casi medio siglo, cuando tuvo que celebrarse un Martes Santo, y a hace unas dos décadas, cuando se trasladó a horario matinal.
José Fidel López, procesonista de la Oración de Huerto, agrupación de la que fue presidente, nos apunta que en dos ocasiones la procesión del Domingo de Ramos se vio afectada por la lluvia. “Una fue en la década de los años ochenta, cuando no se pudo celebrar por ese motivo el domingo y se trasladó al Martes Santo por la tarde, con salida desde Santa María y recogida en el Parque de Artillería, pues la iglesia tenía esa noche la procesión de los apóstoles”, explicaba al periódico de Cartagena y su gente. Esa fórmula aplicada en tiempos de Pablo López Álvaro como hermano mayor encarnado quizás en la actualidad sería más complicada, pues entonces no estaban los varios tronos con tallas de Hernández Navarro que se incorporaron el presente siglo.
El otro caso sí lo recordamos, pero nos lo confirma el cofrade. “Fue a principios de siglo, en la etapa de Juan Guillén como hermano mayor de la cofradía, cuando se acordó celebrarla por la mañana ante el alto riesgo de lluvia por la tarde”.
