“Han sido unas fiestas espectaculares y en 2024 nos superaremos”
Los protagonistas del apagado del fuego sagrado han mostrado su satisfacción por el buen desarrollo del ‘Annus XXXIV’ de Carthagineses y Romanos, además de agradecer a todos los que la hacen posible su gratitud, al igual que al pueblo de Cartagena y visitantes, “el apoyo que hemos recibido en las calles ha sido espectacular”. Un estupendo castillo de fuegos artificiales de quince minutos, costeado por los festeros, ha sido el colofón. El acto de clausura, que se ha vuelto a celebrar después de cuatro años ausente, ha contado con tantos espectadores como el pregón de apertura.
La noche del sábado fue la que más gente reunión en el campamento. Se habla de cifras espectaculares, pero, por los diversos comentarios recibidos, sí parece que como mínimo estuvieron unas treinta o cuarenta mil almas entre ambas calles y alrededores. La noche del domingo era diferente. Mucho más tranquila, pero también tuvo su gentecilla, más, quizás que otros años. Y dentro de este apartado, resaltar que alrededor de la escena del apagado del fuego hemos visto, quizás, algo más de espectadores que en la noche de pregón. Sin duda, un buen epílogo.
Fin del ‘Annus XXXIV’ de Carthagineses y Romanos como debe ser. Es decir, como fue en 2019 y no en la suspendida edición de 2020, la que hubo que celebrar en 2021 en el Parque de Torres o la que se encontró con la lluvia en 2022. Ahora, por fin, el escenario de campamento ha vuelto a acoger el momento más deseado, que no es otro que llegar al final con satisfacción. En este caso, un buen balance justifica los comentarios vertidos en un acto muy rojizo (lo decimos por el abundante foco rojo sobre el escenario) que ha reunido a los personajes principales, a la cúpula festera y a cuatro concejales del Ayuntamiento de Cartagena.
Tras la llegada de los lábaros de las 25 tropas y de las 25 legiones. Aníbal e Himilce en su doble versión, adulta e infantil, han sido los primeros en dirigirse al público, a quienes han mostrado su orgullo por los papeles que han representado, han agradecido los apoyos recibidos y el calor que han sentido en las calles, “ha sido espectacular”. Por el otro bando, Escipión y Emilia Paula, también en doblete, se han despedido de sus personajes tras dos años encarnándolos los mayores y tres los chavales. “La magia existe y está en Cartagena”, ha aseverado el patricio.
Después, una proyección de escenas de este año y turno para la cúpula festera. Víctor Nieto, sufeta carthaginés, y Javier Isbert, presidente del Senado Romano, han dado las gracias a todos los que hacen posible las fiestas ya sean festeros, directivos o personas que trabajan dentro o fuera por ellas. El romano ha dicho que han sido “unas fiestas espectaculares y que las de 2024 serán mejores”, mientras que le púnico ha recalcado que no serían posible “sin el pueblo”. A continuación, José Antonio Meca, presidente de la Federación de Tropas y Legiones, ha recordado que las fiestas no son de los festeros, “son de toda Cartagena; y nosotros lo que hacemos es poner en valor su historia”, añadiendo que es un privilegio haber nacido en Cartagena y que sólo le vale la reencarnación si vuelve a estar aquí. “¡Que comiencen las fiestas del año 35!”, ha concluido.
Ha cerrado el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Llorca, quien, en nombre de la alcaldesa y de todo el gobierno local, ha calificado las fiestas como “espectaculares”, ha calificado de “perfecta y encomiable” su organización y ha dado la “enhorabuena” a todos. “En el año 35 nos superaremos”.
A las diez en punto de la noche el fuego festero ha sido sofocado por Meca, Nieto e Isbert, comenzando a sonar entonces el himno de Cartagena, para a renglón seguido comenzar un estupendo castillo de artificios que ha durado quince minutos. Magnífico. Según hemos podido conocer ha costa unos veinte mil euros que son sufragados desde hace unos años por el pecunio particular de los festeros. Por cierto, el gasto de pirotecnica de todas las fiestas ha superado los sesenta mil euros. Y es que Carthagineses y Romanos mueve mucha gente y mucho dinero. Lo que ha chocado ha sido la rockera música que ha sonado durante las coloridas explosiones. A unos les ha gustado y otros no le encontraban relación con unas fiestas de época. Cuestión de gustos sonoros.
Ahora queda desmontar campamentos, pero la mente ya está puesta en el ‘Annus XXXV’. Carthagineses y Romanos esa así, en constante guerra de superación.
