Sabor ante una devoción en crecimiento
La Virgen del Pilar salió en procesión por las calles de la Barriada de Hispanoamérica por segunda ocasión, en una jornada final de las fiestas que tuvo como protagonistas gastronómicos al chocolate con churros y a un arroz gigante.
La Barriada de Hispanoamérica tiene ya dos procesiones anuales. Una es en mayo con el tradicional ‘paseo’ de María Auxiliadora. Otra es con la Virgen del Pilar, que tuvo su primera salida el pasado año y que con la ha protagonizado esta mañana comienza a echar raíces como patrona del 12 de octubre, ‘Día de la Hispanidad’, fecha en torno a la que cada año celebra sus festejos la Barriada de Hispanoamérica.
La pequeña talla de la también patrona de España salió a hombros sobre su peana desde la iglesia salesiana, recorriendo varias calles hasta llegar a la plaza de María Auxiliadora, recinto de las fiestas, donde fue izada por sus costaleros, para después celebrarse una misa oficiada por el párroco, José Sorando Sanz, la cual estuvo enriquecido por las voces y música del grupo rociero ‘Reina de las marismas’.
Entre los asistentes se encontraban la presidenta de la Junta Vecinal Municipal de Los Dolores y pregonera este año, Julia Otón, y el presidente de la asociación de vecinos, Miguel Molero, entidad organizadora de los festejos.
La jornada final de los festejos tuvo un segundo capítulo destacado, el gastronómico, que empezó a primera hora de la mañana con el chocolate con churros obsequiado por la asociación de mayores y que continuó con un sabroso arroz elaborado a fuego de leña para cuatrocientas personas que vaciaron la paellera. Una rifa familiar y la convivencia entre los presentes pusieron el epílogo a unas fiestas 2023 que bajaron el telón con la tradicional explosión de una traca.
+ Fotos de Junta Vecinal Municipal, Martín García, Asociación de Vecinos y Karma21