El Pinacho ’encuentra’ a la Virgen del Calvario con el Cristo de los Mateos ante una multitud
El emblemático monumento de Santa Lucía ha sido el lugar donde tuvo lugar el esperado encuentro de un vía crucis que regresó con gran éxito por la importante presencia de vecinos pese a lo desapacible de una noche con viento, frío y algunas gotas de lluvia. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)
Fue en el año 2019 cuando se estrenó el ‘camino de la cruz’ que vinculaba en cuaresma a dos importantes núcleos de la Villa y Condado de Santa Lucía. Aquella primera edición resultó un gran éxito, pero ahí quedó por la pandemia. Ahora, tres ejercicios después, se ha recuperado con nuevo guión, pero con la misma expectación, pues en esta ocasión fueron entre trescientas y cuatrocientas personas las que que acompañaron a ambas tallas y/o asistieron al encuentro, cifra que eleva su importancia por el hecho de que la noche no era apetecible para salir de casa por el frío, el viento y algunos fugaces chispeos.
El primero en ponerse en marcha fue el crucificado. Lo hizo, nuevamente, desde un espacio habilitado junto a una de las murallas del Castillo de los Moros, con el acto previo de entrega un reconocimiento a Nieves Ortuño como autora del cartel de esta edición.
Después se procedió a la lectura de la oración de la primera de las catorce estaciones y el Cristo comenzó a avanzar sobre un grupo mixto de costaleros. El itinerario fue diferente al de hace tres años, con rumbo hacia la iglesia de San Isidoro de Los Mateos, situándose en su interior la talla portada frente al Cristo al que representa en este vía crucis.
En su novedosa ruta también hay que destacar la saeta que Loli Terol le tributó ante su domicilio, donde se habilitó un pequeño altar con la Virgen esperando al crucificado.
La Virgen del Calvario ya había salido desde la iglesia de Santiago, también por ruta nueva, pasando por delante del centro de salud de Santa Lucía y cerca del monumento al apóstol, en un trayecto en el que el fuerte viento evitó el olor a mar. Después, sobre hombros de grupos femeninos y masculinos, que se alternaron, tomó por la subida del Nazareno para llegar casi a la par del Cristo, que llegaba por el paseo de las Delicias. En los dos caminos se fueron rezando las estaciones, once en cada caso, siendo la décimo segunda ya juntos, al igual que las dos restantes.
Antes, en el momento de ser encaradas las imágenes, todos los presentes cantaron la popular y sentida Salve cartagenera. Por primera vez, el marco para esta emocionante escena fue el emblemático Pinacho, pues en la anterior ocasión se llevó a cabo en la zona de La Era.
El capítulo final ya tuvo como marco la iglesia de Santiago Apóstol, de donde la Virgen saldrá en la mañana del domingo (la misa es a las nueve horas) hacia su ermita en el monte del Calvario.
