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Vida festera de 'bodorrios y divorcios'

La mayoría de tropas carthagineses celebraron enlaces de todo tipo al rito carthaginés como prolongación a la historia de amor de las 'Bodas de Aníbal e Himilce', pero también se mantiene en el campamento un registro de divorcios que lleva Honderos Baleares.



Lo de casarse siempre está de moda en la calle carthaginesa. Empezaron, hace muchas lunas, la tropa de Caballeros e Isis de Carthago (foto superior sobre estas líneas) representando los enlaces al rito púnico y desde la pasada década de este siglo XXIII se ha convertido en un acto de Consejo Carthaginés, siendo casi todos los recintos de la gran aldea los que habilitan esos enlaces de todo tipo, chico-chica, chico-chico, chica-chica, tríos, cuarteros... y lo que se presente. Eso sí, casi todos con solemnidad, como merece un 'sí quiero' de época. Las manos se unen con una cuerda, se vierte sal, se bendice con ramas de romeros, unos toman chupitos, otros cruzan un arco de ramas, los hay que colocan velos, también ponen casos... Es el amor en la calle carthaginesa con festeros de ambos bandos y muchos visitantes en un lunes noche ideal, pues es de las jornadas en la que el campamento no es una macrodiscoteca y se puede disfrutar de la ciudadela de época y de sus moradores.



El amor, hay veces, que se acaba y en algún caso de forma muy rápida. Para los que sufran esa situación o se den cuenta de que casarse no mola, hay una mesa habilitada por Honderos Baleares por divorcios (foto adjunta). Amor y desamor, siempre tan cerca, pero en este campamento unos y otros son motivos de sonrisas. Ahí está su valor. Te quiero, no te quiero, me quiere, no me quiere...  ¡Larga vida a bodorrios y rupturas! 


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