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CyR23: La guerra del mañana

Cientos de chavales carthagineses y romanos ofrecen una estupenda batalla por la toma de Qart-Hadast demostrando que hay cantera para el futuro festero. En la foto, Magón Giscón avanza entre los 'cadáveres' hacia Escipión para rendir la ciudad.



Un servidor conoce Carthagineses y Romanos desde su origen y ha sido testigo de cómo ha evolucionado la gran batalla entre ambos bandos desde que se inició en la escalera de Carlos III de la Muralla del Mar, para después pasar a la entonces explanada de tierra que estaba enfrente, donde el público rodeada en pie a los combatientes. Pues bien, ayer, la batalla infantil me recordó mucho aquellos momentos, pero cambiando a los guerreros y legionarios mayorcitos por zagalicos. En esta ocasión el campo de batalla era de asfalto ante la fachada del campamento, lo que era novedad con respecto a la edición del estreno en 2022. Además, se ha ganado en coordinación y estructura con movimientos claros y marcas en el suelo para que unos y otros mostrasen bien al espectador su rol en el combate.



La historia es la misma, lo que está muy bien para que los chavales conozcan desde bien pronto cómo fue realmente lo que sucedió en el año 209 antes de Cristo. Un primer acto de parlamento entre el gobernador de Qart-Hadast entonces, Magón Giscón, y el conquistador romano Publio Cornelio Escipión. No hay entente y la batalla queda servida. Ambos, desde el escenario, observarán el movimiento de sus ejércitos, que lo hacen con la misma sipnosis histórica. Primero atacan los carthagineses, que en esta mini-batalla tiene forma de lanzamiento de ondas a los escudos defensivos romanos. El siguiente asalto es lanzando balones de goma y el tercero es con palos inofensivos que simulan espadas. Cada vez es una remesa nueva la que ataca por cada bando. Hay un paréntesis para que los dos guerreros adultos que dirigen los movimientos de ambos ofrezcan un combate, con victoria romana sin sacrificio del derrotado gracias al magnánimo Escipión (José Álamo).



Y llega el desenlace. Cuando acaba quedan 'cadáveres' en el suelo que muestran el horror de la guerra. Entre ellos avanza Giscón para rendir la ciudad ante el general de 'las águilas'. Roma ha vencido. Después, al igual que los mayores, todos juntos se reúnen para aplaudir al público. Se nos pasaba decir que la batalla llegó después de un desfile infantil de Carthagineses y Romanos en el que unos cuatrocientos canteranos de las fiestas cruzó la ciudad hasta llegar al campamento, en este caso, al campo de batalla de la guerra del mañana.



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