"La Domus Salvius espera un año su excavación arqueológica"
Desde el Partido Cantonal se recuerda que el Ayuntamiento de Cartagena anunció en enero de 2023 la petición de fondos europeos para la puesta en valor de la casa romana del Barrio Universitario. La residencia de época alto imperial consta de 1.000 metros cuadrados y tiene su ubicación exacta entre las calles Cruces y del Alto.
Otro proyecto estancado. El Ayuntamiento de Cartagena anunció la petición de fondos europeos Next Generation hace un año para la excavación arqueológica y puesta en valor de la Domus Salvius, una casa romana en muy buen estado de conservación situada en el sótano de un edificio del Barrio Universitario. Desde entonces, ningún responsable municipal ha informado sobre avance alguno al respecto. La evidente calidad artística del yacimiento completaría la oferta turística y cultural sobre vivienda y modo de vida en Carthago Nova que ofrece la cercana Casa de la Fortuna.
La residencia de época alto imperial consta de 1.000 metros cuadrados y tiene su ubicación exacta entre las calles Cruces y del Alto. Su estructura gira alrededor de un jardín central con un estanque que rodea un pórtico de columnas jónicas y corintias de diferentes alturas en una composición dinámica y nada usual en los domicilios de ese periodo. Uno de los salones conserva un mosaico geométrico, compuesto por teselas blancas y negras, en el que destaca la palabra 'Salvius'. Término que con casi con toda seguridad determina la nominación de la familia residente.
La Concejalía de Patrimonio Arqueológico ya elaboró el proyecto de musealización que recoge tanto la visita de habitaciones, pinturas y mosaicos a ras del suelo como a tres metros de altura, distancia que permite una mejor perspectiva de la monumentalidad del hallazgo. Proyecciones audiovisuales y la imagen de un cielo retroiluminado recrearían el momento histórico de ese lugar concreto del Imperio Romano en el siglo I. La intervención precisa de una inversión de 1,9 millones de euros.
Esta vivienda apareció en 2003 durante los trabajos de cimentación del edificio que existe hoy en día sobre el monumento. Desde entonces ha sufrido los problemas propios del paso del tiempo que han deteriorado su conservación sobre todo por la humedad pero también por la acción de flora y fauna de un lugar abandonado. El suelo presenta grietas y fisuras consecuencia de las presiones. Así, el mosaico de una de las estancias muestra continuas diferencias de nivel que precisan de una rápida intervención de conservación. También existe un problema de acceso de aguas freáticas en una zona que requiere estructuras de drenaje para el correcto desagüe.
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