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Los romanos del Resucitado rescatan la petitoria en su pasacalles

Los armados de la cofradía blanca abrieron el capítulo de cuaresma de los desfiles por la ciudad de Cartagena para anunciar la celebración de las procesiones, siendo novedad que ha recuperado una costumbre de hace varias décadas, en la que llevaban una bandera sobre la que los viandantes depositaban dinero para ayudar a cubrir los gastos de la agrupación. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)



La Semana Santa de Cartagena tiene entre sus tradiciones que los soldados romanos y los granaderos de las cofradías salgan a la calle los domingos previos para anunciar la inmediatez de la procesiones. Los primeros en salir son los Soldados Romanos de la hermandad de Jesús Resucitado,  siendo ayer el día elegido en este 2023. Había ilusión por volver a cruzar la ciudad con desfiles y ‘caracoles’, pero el inicio no fue el esperado, pues la salida se tuvo que retrasar por el paso por el casco antiguo de la media maratón y luego hubo problemas para tener el pórtico del templo de la patrona abierto, ya que la basílica está en obras y con el retraso ya había comenzado la misa en la capilla anexa. La cuestión es que ha final todo se solventó y se recuperó la normalidad, con ofrenda floral a la Virgen de la Caridad y posterior visita al asilo de ancianos del Barrio de la Concepción, además de la habitual foto en las escaleras del Palacio Consistorial con su atuendo identificativo de túnica blanca, peto marrón, capa rojo y el singular dragón en el casco.

Cerrando el 'caracol' en la glorieta de San Francisco


Entre las novedades de este pasacalles figura María Mínguez, quien desde el pasado mes de noviembre es la presidenta de la gestora de los romanos blancos, y que tres hermanos llevasen, a fina de la formación, una bandera roja sobre la que viandantes depositaban monedas y billetes. “Es la petitoria, que era muy habitual en los pasacalles de cuaresma hace varias décadas con el objetivo de recoger fondos para ayudar a las agrupaciones en sus gastos. Hemos decidido recuperar esta tradición, pues en su día lo habitual es que la petitoria cerrase al grupo”, explicaba a Cartagena de Hoy la hermana mayor de la cofradía, Marién García Boj.

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