Canto, música y 'la danza de los seises' honran a la 'madre marraja'
La Virgen de la Soledad inició las dos jornadas de actos en su honor en Santo Domingo con cuatro temas interpretados por pianista y soprano que volvieron a ser bailados por ocho niñas ataviadas con trajes de época, una tradición cuyo origen se sitúa varios siglos atrás.
La Agrupación de la Virgen de la Cofradía de Jesús Nazareno recuperó hace dos años una ancestra tradición que ha dado mucho colorido al acto que, una vez al año, llevan a cabo a su imagen titular en primavera. Se trata de 'La danza de los niños seises'.
En este caso, son niñas, de nombres Daniela, Marian, Sara, Eva, Paola, India, Leo y Gimena quienes lucieron el traje de bolillo con galernas doradas que, nuevamente, llamó la atención (y generó muchas fotos con móviles) de numerosos viandantes cuando el grupo pisó la calle del Aire para dirigirse hacia la parroquia de Santo Domingo por la ruta del 'Monumento al procesionista' y calle Mayor con el contagioso sonido de castañuelas.
Entraron al terreno eclesiástico por la puerta de la capilla marraja, donde los esperaba el capellán de la cofradía, Fernando Gutiérrez Roche.
Entonces fue cuando una hermana de la agrupación explicó el origen de esta tradición y del nombre, exponiendo que fue en 1439, cuando la etapa de Eugenio IV como papa, cuando se autorizó la presencia de niños en celebraciones religiosas, representando en un primer momento a los pastorcillos.
En España era la época de la 'Reconquista' y pronto arraigó aquel baile que adquirió el nombre de 'seises'. La versión principal, que fue la que se expuso anoche en la capilla de la Virgen de la Soledad, es que en un primer momento era interpretado por 16 niños, cifra que en castellano antiguo significaba 'seize'. "Debido al 'seseo', derivó en seises, al igual que el baile pasó, más tarde, de 16 integrantes a 8 ó 10, cantidad más sencilla para su formación". Al parecer, esa cifra se fijó en el siglo XVII. La otra versión sobre el origen es que los grupos de baile eran de seis niños los que actuaban ante el Santísimo en el altar mayor, cuyo erróneo plural sería 'seises', pero esta versión es superada por la antes expuesta.
En torno a este octeto también hay nombres propios para haber sido recuperados en Cartagena, como Maricarmen Baños, que es la profesora de baile que los instruye; y Laly Gómez, la que revisa y cuida el vestuario; además de la directiva de la agrupación al decidir que se les pueda disfrutar en el siglo XXI.
En la primera jornada en honor a la Soledad, bailaron cuatro temas, que fueron cantados por la soprano Inmaculada Sánchez Alcaraz e interpretados al piano por Ibán Huertas San Millán ante un público que copó las localidades habilitadas en la parroquia.
Antes de los bailes, el capellán, Fernando Gutiérrez Reche, expuso que a la Virgen se la honra en el mes más hermoso del año, "que es mayo, el mes de María, quien es alegría, fiesta y sol". En este caso, música, canto y danza le fueron ofrecidas en la capilla donde se le rinde culto todo el año.
Hoy es la segunda jornada, desde las 20.30 horas. Habrá solemne eucaristía y ofrenda floral a la Santísima Virgen de la Soledad, oficiada por el reverendo Fernando Gutiérrez Reche, con la intervención de la capilla de música de Cartagena, bajo la dirección de Ibán Huertas San Millán.
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