El pequeño comercio y la pandemia
Panaderia y tienda 'Nayro' es una tienda de barrio de toda la vida, ubicada entre la pista de atletismo y el colegio Maristas en la Cartagena urbana. Abrió en el año 1986, siendo su dueña y única trabajadora Nati. Lleva luchando todos estos años por salir adelante y cuando llegó la pandemia se encontró con una adversidad que estuvo a punto de destrozar su negocio, al igual que le ha sucedido a tantos comerciantes.
Nati, trabajadora y luchadora, abre todos los días su tienda de barrio para atender a sus cientos de vecinos que prefieren el trato sencillo y directo de toda la vida a la frialdad de las grandes superficies. Quizás esto sea lo que permite aún sobrevivir a muchos autónomos en 'la selva del comercio del siglo XXI'.
Nati nos cuenta que sus clientes son como familia. Frases como "Dame el pan y me lo apuntas" así lo reflejan. Es la confianza del trato directo y habitual de un cercano comercio de barrio.
Es una más cuando todos los días levanta su persiana y se dispone a atender a sus paisanos. Tras concluir una de sus jornadas laborales, nos comentaba que tenía que ir a reponer género para su tienda y que no sabe a qué hora llegaría a su casa. En este sector no hay horas, sino mucho trabajo y entega para tenerlo todo dispuesto.
Gracias a todos los pequeños comerciantes que como 'Nayro' (Nati) siguen con nosotros, podemos seguir recibiendo el trato familiar pese a la pandemia con la misma fidelidad y sonrisas de siempre.
