Flores y folclore: el significado de las plantas en las fiestas de Cartagena
En Cartagena, tierra de historia, mar y cultura vibrante, las flores no son solo ornamento: son símbolos vivos que hablan de tradición, devoción y comunidad. Desde los desfiles de Semana Santa hasta las Fiestas de Carthagineses y Romanos, las flores acompañan los momentos más emotivos del calendario local. Y hoy, gracias a los servicios modernos, enviar flores es más fácil que nunca: una forma hermosa de emocionar a alguien, aunque esté lejos. Mientras muchas flores en las fiestas se cultivan y se ofrecen a mano, la entrega de ramos sigue siendo un gesto lleno de belleza, simbolismo y cariño.
Semana Santa: solemnidad y perfume
Durante la Semana Santa cartagenera, declarada de Interés Turístico Internacional, los tronos procesionales se decoran con esmero. Las flores blancas —como lirios, claveles y rosas— simbolizan pureza, luto o resurrección, según la escena que acompañan. Los floristas trabajan durante horas para crear arreglos que reflejen tanto la estética como el mensaje espiritual de cada paso. El olor de los nardos y las rosas impregna las calles del casco antiguo mientras la ciudad se detiene para contemplar y sentir.Romerías y fiestas patronales
En barrios como Santa Lucía o Los Dolores, las romerías y fiestas de barrio también cuentan con presencia floral. Las vecinas preparan ramos para las vírgenes patronas, se adornan carretas con flores silvestres, y los niños portan pequeños ramilletes como ofrenda. Aquí, las flores representan promesa, gratitud o petición, y se cultivan con cariño en patios y jardines locales, manteniendo una tradición profundamente enraizada.
Carthagineses y Romanos: el color como identidad
Durante estas fiestas históricas, que recrean el pasado de la ciudad, las flores también tienen su espacio: en coronas, vestimentas, banquetes y decoraciones. La lavanda, el romero y las guirnaldas de laurel evocan el mundo clásico y embellecen los campamentos festivos. Para muchos, estas plantas no son solo atrezzo, sino un lazo con las raíces culturales de Cartagena.
Conclusión:
Las flores en Cartagena no son solo bellas: cuentan historias. Hablan de fe, de memoria, de comunidad. En un mundo cada vez más acelerado, estas tradiciones florales recuerdan la importancia de lo simbólico, lo sensorial y lo colectivo.