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El ‘Lavatorio’ regresa después de cuatro años con una zafa de gratitud y reconocimiento

El ‘Drama del pretorio’, que no se representaba en Cartagena desde 2019, ha vuelto a ofrecer el capítulo en el que Jesús es condenado a la crucifixión al atender Pilatos la voluntad del pueblo en lugar de sus sentimientos, culminado la obra con una ovación al autor de este auto sacramental, Ángel Joaquín García Bravo, quien estaba entre el numeroso público, y con un cuadro que Francisco Alarte ha regalado a Ángel García Carrasco, quien lleva 38 años representando al prefecto romano y que ha desvelado que una mujer le contó que recibe una gota del agua que lanza al público “se libra de enfermedades durante un año”. GALERÍA DE FOTOS (pinchar aquí)



Tras concluir la representación de 2019, nadie imaginaba que iba a tardar en volverse a ofrecer en la Semana Santa de Cartagena. Primero fue el bienio pandémica y después la lluvia de 2022. Por ello, hoy tenía un sabor especial esta puesta en escena que organiza la Agrupación de Soldados Romanos californios con actores del mundo teatral cartagenero con diálogos en directo.



La trama es bien conocida. Juicio a Jesús con dos sacerdotes que piden que sea castigado con la muerte por “alborotador (revolucionario) y peligroso” y uno que lo defiende. Ganan los primeros, pero llega Poncio Pilatos y deja claro que el que condena es él y nadie más. “¿Eres tú el rey de los judíos?”, le pregunta a Jesús. “Mi reino no es de este mundo”, responde quien un hijo de Dios (barbilampiño en esta ocasión) y que ha vuelto a ser interpretado por Antonio Madrid. El prefecto no encuentra delito en él y trata de evitar su condena dando a elegir entre Jesús y el delincuente Barrabás, pero el pueblo pide la libertad del segundo y que el primero muera en la cruz. La dona (su esposa) tratará de evitar la condena, pero no lo consigue. “No puedo”, le dice Pilatos en alusión a la voluntad popular y de los sacerdotes. “No quieres”, le responde ella. “Un romano teme a los judíos… ¡Cobarde!”. Jesús, tras ser azotado, recogerá la cruz y abandonará el escenario mientras que el mandamás romano ordena al escriba la redacción de la sentencia, en la que recoge que en la cruz figurará escrito en latín, griego y hebreo “Jesús Nazareno, rey”. Después, lanzará el agua con la que se ha lavado las manos al público.

Ángel Joaquín García Bravo

Una media hora dura la representación. A su conclusión, mientras el elenco recibía los aplausos, Ángel García Carrasco (Pilatos) ha desvelado que entre el público estaba (en silla de ruedas) Ángel Joaquín García Bravo, pregonero de la Semana Santa en 1988 y autor del texto de este autosacramental que acumula cuatro décadas de trayectoria, quien ha recibido una sonora ovación. Tras este reconocimiento, Francisco Alarte (pintor y actor como sacerdote) ha entregado al protagonista de la obra (lleva 38 años en este papel) un cuadro en el que se le observa con la zafa en la mano. Ángel García Carrasco ha contado que una mujer le contó en cierta ocasión que todo aquel que reciba, al menos, una gota del agua que lanza, no sufrirá enfermedades en un año. Quizás por eso, esta vez hasta en tres ocasiones ha repetido el lanzamiento por diferentes zonas del (muy numeroso) público.   

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