El IES Mediterráneo, segundo premio del concurso de Economía Circular de Repsol
‘Cerrando el círculo para el aire limpio’ ese es el sueño que persiguen los alumnos del IES Mediterráneo. Capitaneados por María, Jesús, Susana y Mario, promueven diferentes iniciativas para que el centro educativo sea más sostenible.
Para ayudar a los jóvenes con estas inquietudes y afrontar los retos que plantea el futuro relacionados con la energía, Repsol ha convocado un concurso de economía circular en centros educativos de toda España y el IES Mediterráneo se ha alzado con el segundo puesto.
En el concurso, los participantes han tenido que presentar un video de 60 segundos explicando sus ideas o proyectos para mejorar la eficiencia en sus centros educativos basándose en la economía circular.
El IES Mediterráneo tiene el objetivo de convertirse en un centro con huella de carbono cero y para con-seguirlo tienen en marcha diferentes proyectos basados en la reutilización de residuos.
Conscientes de la importancia de reducir, reutilizar y reciclar, cuentan con un huerto ecológico que les ha servido como plataforma para investigar, basándose en la economía circular. Han construido un inverna-dero cuya estructura han levantado con maderas procedentes de una caja de antena. Para las paredes, han utilizado botellas de plástico desechadas.
Las plantas crecen, y con los residuos orgánicos, alimentan a las lombrices de su lumbricultor, generan-do abono de calidad para alimentar de nuevo las plantaciones.
Además, cuentan con tres depósitos de pluviales que les permiten recoger el agua de lluvia y utilizarla para regar su huerto ecológico. Con ello, han conseguido ahorrar más de 100.000 litros y evitado charcos equivalentes a ese volumen de agua.
Ahora, con la dotación del premio, los alumnos aseguran que van a poder cerrar el círculo. Javier Rubio explica que, con la ayuda de Repsol, van a instalar placas solares y aerogeneradores que les permitirán cargar con energía renovable las baterías del coche con el que compiten en GreenPower y, además, enseñarán al resto de alumnos “cómo se monta y cómo funciona la energía para pasar de una contami-nante a otra limpia para conseguir una huella de carbono cero”. María Hernández destaca que todos los proyectos que realizan en el centro son para mejorar el medio ambiente y el planeta y que, para conse-guirlo, buscan la implicación de todos los alumnos.
Así lo hicieron, según Susana Sánchez, para participar en el concurso de Repsol. “Fuimos de clase en clase explicando el proyecto” consiguiendo que estudiantes de otros cursos se unieran a la iniciativa. Y es que, como explica el estudiante Mario Albiar, lo que hace posible contar con un centro educativo sos-tenible “es el interés y las ganas de los alumnos”.
El director de la refinería, Antonio Mestre, ha visitado a los alumnos del IES Mediterráneo a quienes ha dado la enhorabuena por el premio conseguido y les ha animado a seguir trabajando para conseguir un centro educativo con huella de carbono cero. Mestre ha destacado que la Región de Murcia ha sido la comunidad autónoma con mayor número de centros participantes de toda España, lo que indica “el compromiso de la comunidad educativa regional por avanzar en la necesaria transición energética en todos los ámbitos de la sociedad”.
Repsol apuesta por la educación
Repsol, en línea con su compromiso de ser una compañía cero emisiones netas en 2050, apuesta por el desarrollo de iniciativas educativas que fomenten entre los jóvenes el interés por alcanzar un mundo más sostenible. En ese sentido, además del concurso de economía circular, durante todo el mes de noviem-bre, la refinería de Cartagena, en colaboración con Fundación Repsol, ha celebrado el Mes de la Ciencia y la Energía ofreciendo actividades lúdicas con las que los escolares han aprendido sobre energía, cam-bio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En concreto, en Cartagena se han impartido 77 talleres en diferentes centros educativos llegando a cerca de 2.000 alumnos.
De forma paralela, se han celebrado dos talleres en el Museo del Teatro Romano en el que los más pe-queños han descubierto la utilidad de las nuevas tecnologías para obtener, mediante fabricación aditiva o impresión 3D, casi cualquier objeto a partir de materiales plásticos reciclados, y han disfrutado con el espectáculo ‘la edad del hielo’ en el que dos científicos chiflados les han enseñado la importancia de las energías renovables y cómo ayudar al planeta.
