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¿Es recomendable que los niños beban Kombucha?

Cuando se trata de la alimentación infantil, merece la pena ser especialmente cuidadosos al interesarnos por ciertos productos saludables que pueden (o no) ser recomendables para incluir en la dieta de un niño.

Un buen ejemplo de ello es la Kombucha, una bebida probiótica obtenida a partir del té y de la que quizás ya hayas oído hablar. Muchos padres se preguntan por la idoneidad o no de darla a tomar a sus hijos, por lo que hoy nos preguntamos ¿pueden los niños tomar Kombucha? Intentemos darle respuesta.




Origen y composición de la Kombucha

Se sabe que la Kombucha es originaria de China, pero en los últimos años ha ganado popularidad en occidente por sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas y de reducción del azúcar en sangre.

Se elabora tradicionalmente a partir de té negro y verde, lo cual es totalmente natural, pero durante su proceso de producción se le añade azúcar y, debido a la fermentación, pueden aparecer pequeñas cantidades de alcohol en ella.

Por lo tanto, aunque sea una bebida saludable, eso no significa que, a priori, sea siempre adecuada para los niños. De hecho, algunos tipos de Kombucha, como las variedades caseras, deben evitarse en el caso de los más pequeños, mientras que otras, que habitualmente se pueden adquirir en tiendas, son perfectamente seguras.


El contenido de alcohol de la Kombucha

La Kombucha se elabora fermentando té negro o verde endulzado durante 7-10 días con una mezcla especial microbiótica llamada SCOBY (Cultivo Simbiótico de Bacterias y Levaduras). Durante el proceso de fermentación, el SCOBY se alimenta de los azúcares añadidos y produce naturalmente trazas de alcohol.


Las normativa vigente actualmente en España exige que una bebida tenga un volumen de alcohol superior al 1% para que se considere como alcohólica. En relación con esto, el alcohol generado en la Kombucha durante su fermentación nunca llegará a superar este límite. De hecho, en la mayoría de las ocasiones es una cantidad residual que ni se le aproxima mínimamente, por lo que se clasifica como una bebida no alcohólica.

En este sentido, se puede hablar de que la Kombucha comprada en tienda debería ser totalmente segura para los niños mayores de 4 años. Pero aún así hay que asegurarse de revisar el envase ya que existen algunas variantes que se mezclan con otras bebidas alcohólicas, aumentando la graduación y que no son recomendables para menores de edad.


Tampoco es recomendable la Kombucha casera porque, en un proceso de fermentación no controlado minuciosamente, los niveles de alcohol pueden llegar a superar el 3%.


Azúcares añadidos en la Kombucha

Para iniciar el proceso de fermentación con SCOBY, se añade azúcar al té. Las bacterias y la levadura se alimentan de este azúcar añadido para producir alcohol y ciertos ácidos.

Por lo tanto, la bebida final es algo ácida y agria, y puede no ser agradable al gusto de algunas personas, también de los niños. Para mejorar el sabor, algunos productos se mezclan con zumos o se les añade más azúcares después de la fermentación. Estas versiones pueden contener hasta 46 veces más azúcar que la Kombucha tradicional, algo similar a los refrescos azucarados, por lo que no son nada recomendables.

Sin embargo, no todas las Kombuchas de sabores tienen un alto contenido de azúcar añadido. Por ejemplo, la Kombucha con sabor a mojito tiene unos 2 gr. de azúcares por cada 100 ml. de producto. La recomendación vuelve a ser, una vez más, revisar el etiquetado antes de comprarla para comprobar el contenido en azúcar que tiene y después decidir si es apta para un niño.


¿Les gustará a los niños el sabor?

La efervescencia de la Kombucha y sus diversos sabores de fruta pueden hacerla atractiva para los niños.

Las personas desarrollamos una preferencia por los sabores dulces desde la infancia. Esto significa que los niños se sienten más atraídos por las bebidas dulces y podrían rechazar la Kombucha tradicional, que puede tener un sabor algo más agrio o ácido.

Por esto, optar por variantes de sabores a frutas o vegetales, como la Kombucha sabor cúrcuma y zanahoria, puede ser la opción perfecta para ellos.

Los niños pueden asociar la efervescencia de la Kombucha con los refrescos. En particular, siempre que nos aseguremos de elegir variedades bajas en azúcar, la Kombucha contiene menos azúcar que los refrescos y puede servir como un cambio saludable para los peques.


¿Es seguro darle Kombucha a tus hijos?

La Kombucha comprada de marcas contrastadas es totalmente segura para los niños. Sin embargo, hemos de evitar la elaborada de forma casera, así como las variedades mezcladas con otras bebidas alcohólicas o aquellas con un contenido alto de azúcar.

Para ellos, la cantidad diaria recomendada se sitúa entre 60-120 ml, dependiendo de su edad.

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